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Chito Forte y Juan Casañas relataron la experiencia fallida de 2009 y proyectaron tibias posibilidades de que el ruralismo se convierta en un lobbista con peso propio en la polìtcia nacional.
En vistas de la campaña política para las elecciones legislativas de este año, la Asociación de Periodistas Agroalimentarios de la ciudad de Buenos Aires convocó a 2 ex «agrodiputados», el pampeano Ulises Chito Forte (UCR, 2009-2013) y el tucumano Juan Casañas (UCR 2009-2017), para remomorar aquella experiencia y conocer su visión sobre la posibilidad de que el sector agropecuario tenga mayor poder para incidir en las políticas nacionales, dado que la realidad es completamente lo contrario: se toman decisiones sin consultarlo y en muchos casos perjuiciosas.
La charla se hizo además pasada la protesta del 9 de Julio en San Nicolás, que volvió a los productores al estado de movilización y surgió luego de que César Tapia lanzó por tuiter la encuesta: “¿El campo debe involucrarse en política, sí o no?” que le generó cierto revuelo en su cuenta.
Forte y Casañas fueron dos emergentes del conflicto de 2008 en torno a la aplicación de retenciones móviles a los granos (resolución 125). En 2009 fueron elegidos como diputados dentro de un grupo que llegó a sumar 11 legisladores que venían de la dirigencia rural (como Forte desde Federación Agraria) o que representaban al campo (Casañas, como asesor agropecuario). Ambos eran también militantes radicales.
De lo que dejó aquella experiencia, lo primero que hicieron fue lamentar la falta de apoyo que tuvieron de parte de la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias. Forte fue directo: “nos soltaron la mano mal, hubo egocentrismo y fue imposible coordinar alguna tarea”, lanzó.
“En principio en el Congreso hay mucha dedicación a los temas más urgentes para los partidos y no hay que con quien apalancarse”, atemperó Casañas, quien reconoció de su parte que llegó con “desconocimiento de lo que es la rosca política”.
Por otro lado, el pampeano dijo no estar de acuerdo en la conformación de “un partido del campo”. Sí habló de la necesidad de que los productores participen del debate en el Congreso dado que “hay diputados en la Comisión de Agricultura que no distinguen un chancho de una oveja”.
En términos similares, Casañas apuntó que “en el Congreso la mayoría son abogados o dirigentes que siempre trabajaron en el Estado y no saben liquidar ningún impuesto”.
El ingeniero agrónomo advirtió en una autocrítica abarcativa que “el sector productivo es incapaz de organizarse para meterse en política. Nunca –amplió- hubo política agropecuaria. Creen que con Macri la tuvimos, pero solo existió un poco con Buryaile».
Gobierno
Respeto de la relación entre el sector agropecuario y el gobierno actual, Chito aseveró que “el kirchnerismo desvaloriza la actividad agropecuaria. Y si los productores se caen como moscas, les chupa un huevo porque el campo va a producir igual”, acusó.
Casañas agregó en el mismo sentido que “el campo es atacado (desde el Gobierno) como si fuera una corporación” pero en realidad es un sector que está “desarticulado”.
