viernes , agosto 9 2024

El ejercicio de la libertad

La Directora de Red Alimentaria y de la revista Americarne, Devora Dorensztein, presentará su primer libro “El ejercicio de la libertad, pensamientos tejidos”.

En sus relatos explica sus experiencias de vida donde sobrevive a vivencias difíciles y se reinventa para seguir adelante. Habla de las pérdidas y los duelos y la ayuda de la amistad. Historias donde el lector se ve reflejado en las distintas situaciones.

Dorensztein, socia de «La Porteña» en esta oportunidad no analiza los mercados internacionales y las oportunidades a partir de la capacitación y el valor agregado de los productos argentinos como es habitual en su revista. La autora nos sorprende con una veta creativa y humanitaria, y nos invita a analizar nuestra existencia desde la libertad.

La cita para escucharla y conocerla será el 16 de diciembre a las 18:30 horas en el Templo Libertad, ubicado en Libertad 769, CABA. La venta del libro según disposición de la escritora estará destinada a la Asociación de Padrinos  de Escuelas Rurales (Apaer).

Del Ejercicio de la libertad

Me inspira lo simple

Denuncio poéticamente la hipocresía.

Reflexiono y comparto.

La imagen de un río está asociada al tiempo y nuestra vida tiene una fluidez que como el río, tiene un punto de salida y uno de llegada, en un devenir.

¿Cuán libre es el río de su cauce, o nosotros mismos de nuestra vida enmarcada en los contextos?

Es muy cierto que ese río puede presentar obstáculos, cataratas, rápidos, tener circunstancias adversas -como objetos hundidos, cauces y lechos dañados, estar poluído-, aunque también ese río tiene un espíritu, un secreto, un andar que le es propio y en el cual viven innumerables seres vivos.

El río tiene aliento divino.

Se pueden hacer trabajos de limpieza, de purificación, arreglos, reparaciones (cambiar venenosas historias que marcan a los sujetos, tarea de los psicólogos, entre otros), poner compuertas o bombas de drenaje para que no se estanquen las aguas.

Nuestros contextos y lo social, son como los muros, los diques que nos contienen, nos limitan… y nos posibilitan no quedar dispersos en la llanura!

Cuando hay sequía, falta el amor.

El destino aparece como lo trazado según el recorrido que hacemos.

Los obstáculos de lo que quieren de nosotros para nuestro ser, las exigencias y demandas sociales-familiares y que nos obtura la libertad, paradójicamente, nos constituye en ese SER.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *